APCS. La conmovedora renuncia de la vicerectora de la Escuela Nicolás Avellaneda sobre la presencialidad en las escuelas de CABA
Esta renuncia es de la vicerectora Leticia Guindi de la Escuela Nicolás Avellaneda de la CABA sobre la ´presencialidad en épocas de pico de pandemia
Estimados Supervisores de la Región VIII :
Por la presente quiero informar mi declinación a acceder a la rectoría del colegio Nicolás Avellaneda.
Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar algunos fundamentos de esta renuncia más allá de situaciones personales que me impedirían cumplir dicha labor en el horario ofrecido.
Por un lado, el contexto de pandemia nos ha obligado a un altísimo esfuerzo a todos los docentes, sean profesores, preceptores o autoridades quienes durante el 2020 no pusimos más que empeño, esfuerzo y creatividad -además de nuestros recursos- para sostener la continuidad pedagógica y las instituciones escolares en funcionamiento aún desde la virtualidad. No obstante lo realizado, injustamente, ello finalizó con el menosprecio por la labor docente y lo realizado expresado por las máximas autoridades del Ministerio de Educación.
En este 2021, el adelantamiento forzado de la presencialidad nos obligó nuevamente a organizar múltiples cuestiones cotidianas acorde a los protocolos y al contexto de pandemia que continúa. Una vez más, a pesar de los esfuerzos por cumplir los protocolos, el aumento de casos con la segunda ola tuvo su repercusión en la comunidad escolar que vio de a poco cómo las burbujas y los diferentes actores escolares eran afectados por el aislamiento preventivo o el covid positivo cuando no por el sabio resquemor de las familias a enviar sus hijos e hijas a un posible contagio. A ello se le sumó lo acontecido luego del conflicto interjurisdiccional en torno a la presencialidad. Esto operó sólo negativamente sobre la ya exangüe presencialidad. En nuestra institución educativa y pese a la falta de entrega de dispositivos, la virtualidad nos permitió operar como un andamio de la fallida presencialidad en este contexto, permitiéndonos garantizar la continuidad pedagógica; Sin embargo esto fue recibido de manera muy diversa por las familias al calor de la disputa política externa y ajena a la institución. He padecido yo misma el aislamiento y el duelo por la muerte de mi padre producto de un virus letal que incrementa los números de muertos en todo el país y en nuestra ciudad cuya situación corresponde actualmente a la de alerta epidemiológica con un sistema sanitario muy tensionado. Es de señalar que crece el número de docentes fallecidos enlutando las comunidades escolares y no he escuchado que esto constituya la menor preocupación por las autoridades del Ministerio o de la Ciudad.
Por el contrario, pareciera que el Ministerio de Educación de CABA banaliza y naturaliza esto y sólo puede insistir en el retorno a la presencialidad aún cuando se acercan los días fríos y muchos de los sistemas de calefacción no se podrán encender así como tampoco se podrán cerrar las puertas y ventanas. En contexto de pandemia esto es de una gravedad para la salud pública que es tan negado como el riesgo que trae el traslado y movimiento de personas en la proliferación y contagio del virus.
No importan ni los informes científicos ni las argumentaciones que esgrimimos desde las escuelas para mitigar la presencialidad en este momento. Y sólo se responsabiliza a las conducciones escolares a la vez que se las carga de la obligación de tomar medidas que a las claras son resistidas por todos los gremios docentes puesto que afectan la salud , las condiciones laborales y violentan la conciencia de la gran mayoría de los trabajadores de la educación.
Estos argumentos aquí expresados son sólo testimoniales puesto que lejos de mí está pensar que puedan mejorar en algo las condiciones dentro de las escuelas en este contexto, pero no quiero dejar de expresar como trabajadora de la educación y como docente de vocación, mi desolación y tristeza por lo que está ocurriendo en el sistema educativo que ensaya en estos días su experiencia más cruel y está muy lejos de buscar defender y enseñar el valor de la vida y los Derechos Humanos que son los valores más preciados que desde el retorno a la Democracia ha sabido transmitir nuestra comunidad educativa.
Sin otro particular
Atte.
Leticia Guindi
VRTM
Colegio Nicolás Avellaneda