APCS por Jorge Derra. Mil árboles creciendo, hacen menos ruido que uno que cae
Son mas de las 12 del segundo sábado de marzo, el sol revienta el asfalto del ramal Campana de Panamericana.
A la altura de Loma Verde el transito es lento, pesado. Los coches suben a paso de hombre el puente que da entrada al barrio. Desde lo mas alto de ese puente bajan dos jovencitas repartiendo volantes en mano a los conductores, caminando sobre el cordón, sin bajar a la calzada ni interrumpir el transito.
Mas arriba una mujer golpea algo haciendo ruido, atrás otra mujer señala a los automovilistas un cartel que dice. «Mil árboles creciendo, hacen menos ruido que uno que cae» Exacta metáfora llena de presagios. Sobre la protección de la pasarela otros carteles intentan explicar lo que pasa o esta por pasar, mas allá otro grupo numeroso de vecinos se guarece del sol en la austera sombra de pequeños árboles.
¿Pero que es lo que los carteles intentan decir que pasa? Marcela, una de las vecinas explica lo que sabe. Peligran 300 árboles centenarios de un predio de 8 hectáreas que es el último pulmón verde que nos queda, dice. Las certezas escasean y las que existen atemorizan. Van a construir 180 viviendas por medio del plan procrear, en un acuerdo Nacíón-Municipio. –
No se sabe de quien es el predio, no hay estudio de impacto ambiental, no hay estudio sobre el impacto sobre el tránsito que hoy colapsa por dos chicas que reparten volantes. No hay evaluación de recursos, energía, agua, cloacas.
¿Qué hay? La pesadumbre de que no aprendemos, ni siquiera de nuestras desdichas. El sol de marzo que estalla contra el asfalto y lo vuelve una lengua incandescente, el calor que nos ralentiza e inmoviliza, la sequia feriz que quema lo verde, tienen mucho que ver con la tala de árboles, aquí y allá.
Pero hay más si sabemos mirar desde otro lado que no sea nuestro antropocentrismo atroz y suicida. Hay 300 árboles centenarios menos. ¿donde iran los pajaros que anidan en esos árboles, los insectos y la biota que habita el bosque y lo mantiene en su equilibrio biologico? ¿sin pájaros quien dispersará las semillas de especies mas efímeras para que sobrevivan, cuantos habitantes del sitio ecologico del bosque desapareceran y no se veran mas por el lugar? ¿que será de los pastos, los arbustos, las flores y la biota toda del bosque y su entorno?
Pareciera fácil de entender, pero no. A pesar del sol de este segundo sábado de marzo, de la lengua incandescente que sube por el puente a paso de hombre, de los seis años de déficit hídrico, de la sequía feroz, de las nueve olas de calor, de las cosechas perdidas, del Paraná seco. A pesar de todas las señales que Pacha Mama nos da, lxs humanxs seguimos pensando que somos impunes, que somos el centro y que las ¿180 viviendas? En tres pisos en un predio de 80.000 metros cuadrados, son lo único importante y que no hay precio que pagar. Por suerte no somos todos, las dos pibas que bajan el puente arrasadas por el sol repartiendo volantes, no piensan lo mismo… y no están solas.