APCS por Jorge Colmán. Joaquín de la Torre le mojó la oreja los intendentes peronistas, pega a Alberto Fernández y la Campora
El periodista José Luis González hizo un reportaje a Joaquín de la Torre en la Revista Noticias. La nota apunta con mensajes a varios interlocutores dentro de la alianza que define a Alberto y Cristina Fernández. El peronismo y Frente de Todos de San Miguel mira con desconfianza al ex acrobático intendente, razones sobran, mas teniendo en cuenta a su alfil Jaime Mendez.
Jugando con las intersecciones de varios conjuntos, Peronismo, Kirchnerismo, Frente Renovador, se incluye como «Peronista» aunque critica fuerte y maliciosamente al Presidente y La Campora. En la figura de un hombre «autoritario» titula la nota “Alberto Fernández calló a los intendentes rebeldes”, planteando que hay «intendentes rebeldes» y que «Alberto los calló».
La nota extrañamente o no, comienza con algo que nada tiene que ver con el título. La anécdota, desconocida por todos (hasta quizás por María Eugenia Vidal) que apunta a la derrotada ex gobernadora. Con la anécdota se posiciona en la interna del PRO, pero luego despega diciendo que el no es del PRO…
Hoy retirado del gobierno luego de la derrota de su espacio político, se plantea «Yo trabajo en armar el peronismo republicano, el no kirchnerista. Los peronismos siempre tuvimos vocación frentista y llegado el momento charlaremos sobre la construcción del frente. Charlo con todos los peronistas que están afuera del gobierno, y también con algunos que están adentro» afirma.
La crítica a Alberto tiene un dejo de desdén «dio la conducción del peronismo bonaerense a Máximo, y aquellos intendentes que estaban mostrando algún tipo de rebelión los calló y los encolumnó atrás de Máximo (no aclara cuales son, pero se puede intuir por sus vínculos de quienes se trata) Se acabó eso, hoy el Gobierno es La Cámpora. Si vos sos militante del peronismo tenés dos lugares para militar: o con La Cámpora o con nosotros» destaca. El hubiera preferido la construcción del Albertismo con sus ex compañeros renovadores, pero Alberto apostó a la gestión, mas conociendo la pesada herencia económica Macrista.
La chicana de poner a La Cámpora como «el cuco» para no realizar un acuerdo es muy infantil, pero clarifica que no son sus intereses, sino los del sector de poder que lo sostiene políticamente. La Cámpora no tiene la dimensión política que menciona, si bien tiene importancia institucional y el respaldo de Cristina Fernández es fundamental, forma parte de una alianza que hoy sostiene al gobierno de Alberto Fernández.
El juego pendular o acrobático de Joaquín de la Torre (cambia de partido político según su conveniencia) tiene sus límites, basta con ver como terminó Jesús Cariglino, para darse cuenta de ello. Su poder territorial reside hoy en que no se rebele Jaime Méndez, fuera de esto es solo un nombre con historia. Garantizado lo anterior, también cuenta con la división del peronismo en San Miguel, algo que sabe abonar y conoce con creces.
Su apuesta entonces es mantener viva la posibilidad de construir un espacio panperonista, buscar dividir la alianza del Frente de Todos y establecer un peronismo de derecha que confraternice con el poder económico concentrado (Grupo Clarin, Techint, Socma, etc), alineando a la Argentina con los EEUU. Se mantiene en Juntos por el Cambio porque no tiene alternativa, es el lugar que le han asignado los factores económicos que lo sostienen y va a continuar así porque no se avizoran grietas en el Frente de Gobierno.