Por Lorena Tapia Garzón. Isleños que usan canoas sin motor para desplazarse, amantes del remo y el kayak, se autoconvocaron en el Río Luján, frente al emblemático Club Regata de la Marina. Exigieron más control de Prefectura por las altas velocidades de lanchas y motos a motor.
“Navegá sin olas, ¡no me hundas!”; “Quiero remar sin miedo”; “Ni una ola más”. Con pancartas con estas consignas, un centenar de botes de remo y kayak marcharon por el río Luján, frente al Club Regata de la Marina, en Tigre, en reclamo por el exceso de velocidad con el que suelen manejar algunas lanchas y motos de agua, que ya provocaron numerosos accidentes. Exigieron, también, más controles por parte de la Prefectura.
“No estamos cortando la navegación; esta es una fiesta para tomar conciencia y pedir que se cumpla con la normativa vigente, que rige desde febrero de 2015 y que obliga a las lanchas a motor a circular a una velocidad razonable, sin poner en riesgo a los botes menores, de tracción a sangre, como los que usan los isleños, los palistas, remeros y kayakistas”, explicó Ludmila Venturini, una de las organizadoras de la llamada “marcha naútica”, que se realizó el domingo entre las 16 y las 17.30.
Ludmila fue víctima de una de las olas provocadas por el exceso de velocidad de las lanchas a motor: hace tres semanas se hundió su bote alcanzado por una fuerte ola, que la dejó en el agua cerca de 40 minutos hasta que logró salir. Por eso resalta una y otra vez que se cumpla con la disposición PZDE R17 N° 02/15 de la Prefectura, que establece “la obligatoriedad por parte de las lanchas a motor de mantener una velocidad mínima compatible con el buen gobierno del buque/embarcación, de manera tal de no generar oleaje que pueda producir situaciones peligrosas y/o acaecimientos en las embarcaciones menores”.
“Queremos trabajar con Prefectura en conjunto, en un plan de acción para evitar más accidentes”, señaló por su parte Ramiro González Gaínza, quien practica remo en el club TBC, en Tigre.
“Hace dos semanas hubo 4 personas que se hundieron por culpa de las olas y decidimos organizarnos, de boca en boca, para ver cómo visibilizar esta situación que nos preocupa”, agregó.
Y contó que en 2010 fue embestido por una lancha que viajaba a alta velocidad, lo que le provocó una fractura tal en una pierna que lo dejó sin poder remar durante un año. “Historias como estas son muy frecuentes. Queremos que se terminen”.
Milka Kraljev navega en su bote junto a su hijo de 7 años, quien lleva una remera bajo el lema “Ni una ola menos”, con la que hicieron la convocatoria. Ella es atleta de la selección argentina de remo: este año ganó la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos y salió 7ma en el Mundial de Remo en Francia. “Fue una convocatoria autogestionada. Hasta pintamos nosotros las remeras con la consigna”, relató. “A veces entreno con miedo, porque vienen tan rápido algunas lanchas o motos que parece que se te vienen encima. El otro día tuve que parar para sacar agua del bote porque pasó una lancha rápido al lado mío”, agregó.
Otros miembros del seleccionado Argentino de remo también fueron parte de esta convocatoria, como Agustín Campassi y Sofía Paita, de la selección junior. «Todos estamos por lo mismo: queremos remar sin miedo», añade Milka.