GBAN por Jorge P. Colmán. El Papa Francisco no se aleja de la política argentina y advirtió a la oposición sobre el intento de romper el orden institucional en la Argentina

En sus clásicos mensajes y gestos al poder político, el Papa pidió sin vueltas que “la Argentina tiene que llegar al término del mandato en paz”. Las palabras del Sumo Pontífice llegan cuando desde diversas usinas opositoras y del arco sindical incitan a generar desórdenes a fin de año. La advertencia no tiene nombres, pero se puede suponer claramente que se refiere a Barrionuevo, Moyano y ciertos sectores de izquierda que trasladaron a la ciudadanía estos miedos a través de medios de prensa.

El Papa sentó su postura planteando que “Una ruptura del sistema democrático, de la Constitución, en este momento sería un error. Todos tienen que colaborar en eso y elegir luego las nuevas autoridades. Para no interferir con eso, no recibo más a políticos en audiencia privada”. Sus palabras coinciden con las denuncias que parte del gobierno nacional viene comunicando. Ya no es un “relato oficialista” el intento de golpe institucional de los mercados y de una parte de la oposición, es la máxima autoridad de la iglesia la que reclama por la paz.

Uno de los no recibidos fue el tigrense Sergio Massa, que a pesar de haber desplegado sus delegados, no tendrá una foto con el Papa antes de la campaña electoral. El Papa no intervendrá en los comicios y el mensaje para los que quedaron fuera de la foto fue que “En vista a las próximas elecciones, a los políticos no los recibo. Si viene algún político, que vaya donde está el corralito de la audiencia general de los miércoles”