GBAN. La democracia sufrió un nuevo golpe en la última sesión del HCD de Malvinas Argentinas.

Con el fin de silenciar a la oposición, el Presidente del HCD de Malvinas Argentinas Alberto Cobreros, mando todos los pedidos realizados por el Frente para la Victoria a archivo en “paquete”. De esta manera el oficialismo cariglinista responde a los reclamos de los vecinos, que en los últimas sesiones manifiesta su enojo con la gestión municipal.

Basurales a cielo abierto, causes de arroyos contaminados, minerales extraídos sin ningún tipo de control y con maquinaria municipal, entre otras tantas, muestran las contradicciones de un “relato de buena gestión” que el intendente intenta mostrar, pero que la realidad se encarga de desmentir. La proximidad de las elecciones presidenciales y la gobernación pesan en esta decisión, los vecinos movilizados reclamando son una muy mala propaganda para el Frente Renovador de Sergio Massa.

Los vecinos denuncian amenazas cuando intentan movilizarse, al igual que en las coyunturas electorales anteriores. Todo indica que el aparato político y sus fuerzas de represión irregulares (las patotas) han entrado nuevamente en acción. El Consejo Deliberante es la única institución donde la oposición puede hacerse escuchar, pero el intendente lo cierra restringiendo aún mas la democracia en el Partido de Malvinas Argentinas.

El bloque del Frente para la Victoria sigue unido y esto es un dolor de cabeza para el oficialismo. Algunos concejales oficialistas se muestran dialoguistas con ellos y hasta hubo reuniones en despachos oficiales fuera del municipio con algunos de ellos. Pero gran parte del bloque oficialista se mantiene fiel al intendente, y mira con desdén a los vecinos que reclaman por sus derechos.

El primer intento por torcer la voluntad del bloque del Frente para la Victoria fue la económica. La operación consistió en la arbitraria eliminación de los asesores de este bloque, luego las “multas” o descuentos por supuestas faltas de los concejales. Ahora ni siquiera quieren discutir los proyectos y mandan todo en “paquete” al archivo.

Todo indica que el Consejo Deliberante estará “cerrado” para la discusión política y no se descuentan nuevas suspensiones de sesiones del HCD. Menos calidad democrática, más oídos sordos ante los reclamos de los vecinos.