APCS-GBAN por Carlos Revainera. El sábado 2 de febrero, el enfrentamiento entre la hinchada del Deportivo Merlo y el Argentino de Merlo, pésimamente conducida por las fuerzas de seguridad que acompañan a los hinchas, terminó en una catástrofe con cientos de heridos y se comenta que también puede haber muertos.
Durante dos largas horas, las barras de ambos clubes se enfrentaron violentamente con piedras, palos, armas de fuego. Pibes adolescentes manipulando armas de fuego, corriendo por las calles del barrio, entre familias, chicos, vecinos, mostraban un panorama desolador de una franja de nuestra sociedad que nos falta resolver con políticas de inclusión, poniendo limites a las denominadas «Barras Bravas», mote impuesto por las corporaciones mediáticas.
Los capos-mafia pagos que conducen las hinchadas, que funcionan en acuerdo con el poder político de turno, con la policia y los vínculos con la droga y el alcohol, fueron nuevamente los responsables de este violento enfrentamiento en Merlo Norte, en el Barrio La Beatriz, entre las calles Aguapey, Zulivan y la Av. Irigoyen.
Errar es humano, pero viejos mancarrones que conducen las hinchadas a una trampa mortal, nos hace dudar del plan que tienen y tejen entre manos. El Deportivo Merlo jugó en Almagro con Rosario Central y perdió el partido. El Argentino de Merlo jugó con el Midlan y perdió el partido. Casualidad o mala praxis, alrrededor de las 18 hs la hinchada del Deportivo ingresó en micros por Irigoyen, en el mismo horario y lugar donde se encontraba la hinchada del Argentino. Las fuerzas de seguridad pusieron en bandeja el lamentable enfrentamiento de hinchadas que tienen historia en estas revueltas. ¿Carecían de información o forma parte del operativo?
El voto optativo a los 16 años nos parece un logro importante de nuestro gobierno, que conduce Cristina. Si, nos merece una autocrítica como militantes ver pibes entre 16 y 18 años, en un enfrentamiento sin límites, una especie de flagelación a cielo abierto, típico de la rebeldía de esta edad, donde el cuerpo esta puesto a disposición para recibir y dar golpes a mansalva y luego mostrar como logros las heridas sangrantes, hasta terminar internados o fallecidos en los hospitales de Merlo.
Hace largos años que el Barrio La Beatriz de Merlo Norte se fue transformando en una zona liberada por las fuerzas de seguridad. Venimos lamentando la muerte de varios pibes en enfrentamientos callejeros. La droga y el alcohol calaron hondo en los cientos de pibes del barrio. El municipio conducido por el Intendente Raúl Othacehe abandonó la zona y se la denomina zona de riesgo, dicho por los mismos funcionarios y las fuerzas de seguridad.
Vemos con entusiasmo los cientos de pibes sumados a la militancia política, pero tenemos franjas no resueltas para salvar la extrema situación de nuestros pibes y sumarlos a un proyecto de vida en primer lugar y un proyecto de nación justa, libre y soberana de cara al futuro. «La escuela es la primera trinchera del dolor popular» como señala el compañero Alfredo Moffatt para dar la batalla a la violencia, la droga y el alcohol. También tenemos que generar otras formas alternativas, institucionales, que articulen con las escuelas, desde un trabajo de base para dar respuesta a estas delicadas situaciones que se presentan en nuestros barrios. En eso estamos, aportando todos los esfuerzos con las organizaciones libres del pueblo. No basta con venir y atender la emergencia dos días, una semana y luego desaparecer.
Repudiamos los hechos sucedidos el sabado 2 de febrero y la mala intervención de las fuerzas de seguridad que «llegaron para los bifes», como bien lo describió uno de los pibes.
Para no lamentar mas la muerte de un solo pibe, pedimos la intervención del estado municipal, provincial y nacional en el Barrio La Beatriz de Merlo Norte.
