APCS-GBAN reportaje Jorge P. Colmán. Juan Espinoza tiene 42 años, es albañil y una lesión en el ámbito de su trabajo lo dejo en manos de los médicos del sistema de salud de Malvinas Argentinas, hoy denuncia un nuevo caso de presunta mala praxis.

Ese sábado Juan estaba trabajando en la casa de un vecino y una mala maniobra hizo que cayera del andamio desde un metro de altura. Inmediatamente fue trasladado al Hospital de Trauma. Al llegar a la guardia los médicos le hicieron hacer una placa de la zona afectada y lo observaron. La lesión fue diagnosticada como «fractura expuesta» y presentaba mucho dolor.

«Los médicos me colocaron una «bota de yeso» que encontraron disponible y me lo pusieron, pero me dijeron que debía ser operado para colocar una prótesis» recuerda. «Nunca lo enyesaron y fueron pocas las indicaciones que recibió, solo le dijeron que lo podrían operar cuando consiguiese la prótesis» recuerda su esposa.

Los vecinos tomaron contacto con el accidentado y juntaron la suma de $5.000.- «dinero que no tendríamos si no hubiese sido por la solidaridad de todos, porque no teníamos esa suma guardada» dice Juan (esto fue en 2011).

Luego de dos meses y conseguida la prótesis fue operado. Durante la operación el estaba consciente y podía ver lo que los médicos hacían y hablaban. Pusieron música con uno de sus celulares «para que se sienta cómodo» le dijeron. Mientras abrían la zona afectada comentaban los que operaban «Se estaba soldando mal (…) si hubieran enyesado bien no hubiera sido necesario la prótesis».

Mientras hacían la operación, Juan recuerda «pude observar que el instrumental que estaban utilizando los médicos estaban en el suelo (…) Como yo cabeceaba para mirar, los enfermeros se avivaron y cubrieron con una sábana» (Este relato hace recordar la denuncia de un enfermero que comento las malas condiciones en que se esta trabajando en el sistema de salud local).

Pasados seis meses, le dicen que su organismo ha rechazado la prótesis y que tenía una infección, por lo cual la debían extraer. No hubo ninguna explicación más, para todo esto ya hacía ocho meses que no trabajaba y el dolor seguía presente cada vez que apoyaba el pie en el suelo. «Nunca me recomendaron kineosiología y solo me pidieron que tome un antibiótico» se queja.

Luego de meses de idas y vueltas encuentran por casualidad un diagnóstico que los médicos que lo trataban no habían visto y evidentemente no volcaron a la historia clínica. El informe histológico de la Dra. Maria del Carmen Kordich (médica Anatomopatóloga) hallo «cuatro fragmentos pardo blanquecinos irregulares que en conjunto miden 1,5cm. de diámetro» y el diagnóstico es «Osteomielitis Crónica».

Hasta ese día no sabían exactamente que tenía, «me tenían dando vueltas, sin poder trabajar y con un dolor constante (…) antes nunca había pisado un hospital, nunca me enfermé» lamenta Juan y denuncia que posiblemente hubo mala práxis porque «no se puede entender las condiciones en que me operaron, las herramientas estaban en el suelo, ni siquiera sobre una mesa, es increíble»

Hoy se encuentra pidiendo justicia, quiere trabajar de su profesión: La albañilería, no sabe hacer otra cosa, pero el dolor no lo deja.