El regreso de la Fragata Libertad y la batalla contra los fondos buitres

fragata libertadAPCS por Jorge P. Colmán. La Argentina recibió oficialmente a la Fragata Libertad en Mar del Plata ante una multitud que cubrió el puerto.

Los fondos buitres habían logrado en la justicia de Ghana detener la marcha del buque escuela. La embarcación es un símbolo de la armada argentina y la causa paso de ser meramente económica a ser política. La batalla diplomática y económica de la Argentina por hacer defender sus derechos soberanos tubo su capítulo en África, EEUU y la misma Argentina.

En Ghana, porque la globalización del poder económico mundial, logró vulnerar los intereses soberanos de la Argentina, a través de jueces propensos a respetar más a los fondos buitres, que a las Estados Nacionales. De nada sirve explicar que la nave tiene un carácter inembargable por no ser un activo económico y que además, es un navío militar: un buque escuela. ¿Es un bien suntuoso o caro? No, solamente tiene un valor simbólico e histórico, pero escaso económicamente hablando.

El capítulo del reclamo terminó corriéndose hacia los EEUU, el centro del poder financiero internacional. Allí los fondos buitre tienen capacidad de lobby, sus jueces defienden los intereses del capital concentrado. El implacable juez Griesa termina fallando a favor de los acreedores. Pero primó la diplomacia y la política del gobierno nacional, cuando la corte revocó el fallo del juez buitre.

En la Argentina la oposición política jugó fuerte bajo el comando de las corporaciones mediáticas, responsabilizando al gobierno nacional por la detención del buque escuela. Lejos de destacar la defensa de los intereses argentinos, estos grupos hicieron un show mediático intentando demostrar la ineficacia de la diplomacia argentina y jugando abiertamente a favor de sostener las reglas de juego de los poderes corporativos internacionales.

La historia no es nueva, durante años la oposición intento demostrar que nuestro país estaba aislado, que la política económica estaba errada y que debíamos someternos a los poderes supranacionales como el FMI, el Banco Mundial y la OMC. El avance del MerCoSur, el UNASUR y la CELAC demostraron un potencial de integración posible y nuestro país jugó un papel preponderante en la unidad. El argumento del “aislamiento” fue implacablemente refutado y el constante crecimiento económico hizo el resto.

Estos grupos económicos pretendieron la continuidad del proyecto neoliberal, para lo cual nuestro país debía recostarse sobre los EEUU, la Unión Europea y la Banca Mundial. Pero la argentina impuso su decisión soberana de sostener como y cuando debía pagar. El pago al FMI para terminar con sus recetarios e imposiciones fue una decisión regional concertada con Brasil. El pecado de aceptar fondos frescos de la revolución bolivariana, terminó por enloquecer a la oposición, que cambió el nombre del país por “Argenzuela”.

No bastan los trágicos ejemplos de Grecia, España y otros países de la eurozona para reflexionar el accionar suicida de la banca interrnacional. Los pueblos del primer y tercer mundo sufren con desocupación y hambre las políticas impuestas, pero nada de eso parece ser leído por la oposición argentina.

La fragata fue transformándose en un símbolo de la batalla cultural, más allá de ser un buque-escuela de la armada, mas allá de ser una embajadora del mar. Era el 28° intento de los fondos buitre por embargar bienes del pueblo argentino, pero este no fue un intento más, era parte de la embestida mediática y judicial por sostener derechos espuriamente logrados.

El Estado nacional, una vez más logró imponer su decisión soberana sobre el capitalismo financiero internacional, una vez más impuso criterios de cuando y como se debía pagar. Pero no se puede dormir, esta ha sido solo una batalla, la guerra se presenta larga y el poder financiero es inmenso, eso no significa que no hay razones para festejar, ese también es un derecho soberano de los pueblos libres.

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